El Maligno
- Pedro Chavez
- 20 jun 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 22 jun 2024

Tengo ganas de un desenfreno. Joven, ¿puede subirle, porfa?, me gusta esa canción.
El carro huele a limpio, entre olor a semen y pino. Desde aquí veo borrosas las luces de la calle hasta que se vuelven una línea paralela a mi locura. Ya no te regalan agua los ubers.
Siento la lluvia venir, enormes gotas invisibles golpean los vidrios. Nadie las escucha, sin embargo, el carro se derrapa y veo cómo el cuerpo del chofer se contrae y en sus enormes brazos se dilatan sus bíceps, encuentro algo de placer en la imagen. Tal vez muera en este momento, puede ser que los vidrios atraviesen mi piel o sea un tubo que me perfore como a la Kahlo, pero no, sólo terminamos estampados contra esas jardineras que se llenan de nochebuenas o de cempasúchil.
–¿Joven, joven, está bien?
–¿Sí y tú?
–De verdad no sé qué pasó —yo sí, son las gotas invisibles—, le pido una disculpa.
–No te preocupes.
Me bajé del carro y estiré las patas como gato sólo para cerciorarme que la mecánica de mi cuerpo continua al cien. Siento un pequeño ardor cerca de mi ojo derecho, mi mano tímida busca algo inusual, es sólo un raspón, pero emana lágrimas de sangre. Me dan ganas de llorar, de todos los abrazos mal dados, de toda la falta de nutrientes emocionales, ¿me permito llorar?, ¿los locos lloran? Yo creo que el que no llora es puto y esos sí están locos. Puto el que no llore, pero yo ya fui muy puto. Se me van las ganas de llorar, mejor conjuremos, me aprieto la herida y fuerzo a la sangre a brotar una gota para mí, me llevo el dedo índice y siento el sabor metálico inundar mi boca; una para El Maligno, y dejo que la sangre escurra al suelo. Se hace un pequeño charquito, el suficiente para que El Maligno venga.
–Tú ya invocas sin protección, te sientes bien verguitas, ¿verdad?
–Señor Color Cocacola, Elevado Ministro, Maestro, cúmpleme un deseo.
–¿Qué deseas?
–Que todos los putos lloren.
–¿Te refieres a los putos gays o a los putos machitos?
–Los segundos, mi Señor.
–¡Estás pendejo! Estaría haciendo el bien al darle catarsis a esos cabrones.
El maligno se fue. ¿Cómo le pido a dios mi deseo?, ¿él entenderá la diferencia entre putos como El Maligno? Mejor no me arriesgo.


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